Pablo Cabrera (director del museo, 1919-1922)

Pablo Cabrera (director del museo, 1919-1922)

En marzo de 1919 el Presbítero Pablo Cabrera asume la dirección del Museo Provincial, por decreto del gobernador radical Julio Borda. El apartamiento del cargo de Deodoro Roca, producido en el marco de las tensiones posteriores a la reforma universitaria, es objetado desde algunos sectores, en tanto otros, ligados al clero principalmente, lo reciben de forma positiva. No obstante esto, el proceso de especialización museológica delineado por Roca, sigue su curso. Así, coincidente con la fecha de designación de Cabrera, se ha formalizado por decreto, la escisión de la sección de Historia Natural (ya albergada, de hecho en la Escuela Alberdi). Por otra parte, atento a sus intereses y labor investigativa, el presbítero se concentra en el núcleo de historia del museo (piezas y documentos ligados al pasado colonial, principalmente), que se instala como institución separada en la Casa del Virrey a partir de mayo de 1919. Pocos días antes de la apertura, Pablo Cabrera declara en un diario local: «En cuanto a mi programa, es muy sencillo. Pienso hacer efectivo el proyecto del Doctor Deodoro Roca, mi antecesor, en lo que respecta a la Casa Colonial. Para esto espero contar con la colaboración de un asesor técnico que podríamos llamar, el ingeniero Kronfuss […] La reconstrucción tal cual la ideó Roca, es el fin que me propongo. Espero tener más suerte que el autor del importante proyecto…». (La Tribuna, 02/05/1919, citado en Furlong, G. Monseñor Pablo Cabrera, Buenos Aires, Huarpes, 1945). Kronfuss es efectivamente convocado para restaurar la Casa del Virrey, que permanece cerrada algunos meses durante la ejecución de las obras, y hacia fines de 1919 vuelve a habilitarse al público. Con Cabrera abocado entonces a las colecciones alojadas ahora en el Museo Colonial, la sección de bellas artes (que permanece en el edificio de Parque Sarmiento) resulta relegada y pasa, desde 1922, a depender de la Academia Provincial de Bellas Artes, por entonces bajo la dirección de Emiliano Gómez Clara.

DATOS BIOGRÁFICOS
CABRERA, PABLO
(San Juan, 1857 – Córdoba, 1936)

Sacerdote, historiador. Hijo del hacendado chileno Pablo José Cabrera y de la sanjuanina Melitona Mercado Quiroga; realizó sus estudios primarios en su ciudad natal. En 1869, decidido a embarcarse en la carrera sacerdotal, se trasladó a la ciudad de Córdoba, donde al año siguiente logró ingresar al Seminario Conciliar de Loreto. Alumno ejemplar; obtuvo en 1881 el título de Licenciado en Teología. Desde 1880 se había radicado sin embargo en Mendoza, junto a su madre y hermanos, y permaneció allí hasta 1883. Ese año, en la ciudad de San Juan, fue ordenado sacerdote y destinado como capellán al Colegio de María de las Esclavas del Corazón de Jesús, en la capital cordobesa, asignación en la que permaneció entre 1884 y 1896. Su afición a la música y a la literatura encontró allí lugar para desplegarse (compuso varios melodramas), al tiempo que comenzó a ganarse algún reconocimiento como estudioso de historia, a través de disertaciones y publicaciones. Se desempeñó también como redactor de Los Principios  y dirigió el Círculo de Obreros. A fines de 1893 hizo un viaje a Europa, con el objetivo de participar de participar de una serie de eventos religiosos. A su regreso, en 1896, fue nombrado cura de la parroquia del Pilar (cargo que conservó hasta 1929). La orientación de sus inquietudes intelectuales hacia la historia y, especialmente, la indagación en el pasado colonial, se consolidaron desde entonces. Sus intereses en diversas manifestaciones artísticas no declinaron tampoco. Así por ejemplo, en 1899 inauguró con un extenso discurso la tercera exposición del Ateneo de Córdoba, del cual fue miembro y presidente. Posteriormente, en 1913, integró la Comisión Provincial de Bellas Artes. Fue postulado en varias ocasiones a altos cargos en la jerarquía eclesiástica, pero por diversos motivos, no llegó a acceder a ellos. Su tranquila rutina en la parroquia del Pilar le permitió una considerable dedicación a sus investigaciones históricas, que lo llevaron a frecuentar asiduamente el Archivo de Tribunales y la Universidad de Córdoba como parte de su labor. Uno de sus biógrafos, Guillermo Furlong, hace referencia a un círculo informal nucleado en torno a Pablo Cabrera, donde figuras como Enrique Martínez Paz, Ernesto Gavier, Luis C. Martínez Villada, Telasco Castellanos, Rafael Moyano López, Luis Roberto Altamira, Nimio de Anquín, Juan Kronfuss, Carlos Camilloni, Arturo Cabrera Domínguez, Juan José y José María Vélez, y algunos sacerdotes como Pedro Grenón, participaban de charlas e intercambios sobre temas literarios, filosóficos e históricos. En 1911, para brindarle apoyo económico, la Universidad de Córdoba lo nombró colector de documentos y en 1916 se le creó el puesto de Jefe de Manuscritos. En esta institución estuvo también cargo de la cátedra «Etnografía Indígena Argentina», cuya creación proyectó.
Ávido coleccionista, con los años logró conformar, un extenso archivo personal con valiosos objetos y documentos ligados al pasado colonial. La inquietud de fundar en Córdoba un Museo Histórico, encontró finalmente oportunidad de concretarse a partir de su nombramiento como director del Museo Provincial, en marzo de 1919. Deodoro Roca, su predecesor en este cargo, había trabajado ya en un proyecto de refacción de la Casa del Virrey para destinarla a ese fin. La inauguración del museo (que se conoció como Casa Colonial o Museo Histórico) tuvo lugar el 16 de mayo de 1919.

Casa del Virrey Sobremonte (sede del Museo Colonial)

Casa del Virrey Sobremonte (sede del Museo Colonial)

Miembro de numerosas entidades científicas, la nómina incluye la Junta de Estudios Históricos de Córdoba (de la que fue fundador en 1924 y presidente; convertida luego en 1928 en Junta de Historia y Numismática Americana, como filial de la sede porteña), la Academia Nacional de Ciencias, el Instituto Geográfico Argentino, la Academia Argentina de Letras, la Sociedad de Americanistas de París, entre otras. En 1928 recibió el título Honoris Causa por la Universidad de Córdoba. Un año más tarde abandonó el curato del Pilar, en parte por su ya deteriorada salud. No obstante, persistió en su labor historiográfica hasta su muerte, acontecida en 1936. Poco después de ese hecho, la Universidad Nacional de Córdoba creó el Instituto de Estudios Americanistas (actualmente sección «Estudios Americanistas y Antropología», de la Facultad de Filosofía y Humanidades), donde fue albergada su valiosa colección documental.
Entre sus numerosas publicaciones, pueden mencionarse La Iglesia y la Hermandad del Pilar, su primera monografía histórica édita (1897), Los Lules (1910), Nuestra Señora de Copacabana (1911), Universitarios de Córdoba (1916), Las Coronas Líricas (1917, en colaboración con Enrique Martínez Paz); Ensayo histórico sobre la fundación de Córdoba (1920), En el país de los Juries (1924), Tesoros del pasado argentino (1926), Estudios históricos y geográficos del Tucumán (1926), Los gobiernos provinciales y el vicepatronato (1930), La Segunda Imprenta de la Universidad de Córdoba (1930), Ensayos sobre etnología argentina (1931), Irradiación del Colegio Máximo Jesuítico de Córdoba del Tucumán, su último trabajo publicado en vida (1935). En 1933 el Senado de la Nación sancionó una ley disponiendo que fueran impresas todas las obras de Cabrera, por cuenta de la Nación, como reconocimiento de los valiosos aportes realizados en el campo de la historia, la etnología y la arqueología, particularmente de los estudios coloniales, que con su labor contribuyó a cimentar.

Pbro. Pablo Cabrera (Director del Museo Provincial)

Pbro. Pablo Cabrera (Director del Museo Provincial)


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