Del 30 de octubre de 2025 al 1º de marzo de 2026
Despedimos el año con siete nuevas muestras
Cerramos el 2025 con siete muestras que entretejen lo patrimonial y lo poético, lo individual y lo colectivo, lo institucional y lo íntimo. Dos de ellas son muestras institucionales: “Luz y tiempo en Córdoba: tesoros de la Lotería”, una selección de pinturas que visibiliza por primera vez obras de la Pinacoteca de la Lotería de Córdoba, y “Heart for Art / Al Corazón del Arte”, fruto de un programa educativo internacional junto al Museo Van Gogh de Amsterdam y DHL. Las otras cinco exhibiciones llevan nombre y firma: Eduardo Médici, Liliana Menéndez, Liliana Fleurquin, Soledad Sánchez Goldar y Alejandra Tolosa proponen recorridos diversos donde cuerpo, palabra, paisaje y materia se vuelven superficie sensible. Continúa la muestra Rosa Farsac y el teatro de las Flores.

Sala 0 – Luz y tiempo en Córdoba: tesoros de la Lotería
Obras de la Pinacoteca de la Lotería de Córdoba.

Es una muestra de pinturas que propone un recorrido por paisajes cordobeses que, desde distintas miradas y épocas, narran la transformación de la provincia. Las obras, pertenecientes a la Pinacoteca de la Lotería de Córdoba, integran una colección pública que por primera vez se presenta ante la ciudadanía. A través de artistas como Onofre Roque Fraticelli, Ramón Ernesto Villafañe, Carlos Camilloni y Olimpia Payer, se despliegan escenas que capturan la esencia del territorio: cúpulas y arrabales, el ferrocarril como símbolo de progreso y su posterior declive, la vida cotidiana y la persistencia del paisaje como testigo del paso del tiempo. El conjunto funciona como una memoria visual de Córdoba, donde la luz y el tiempo se entrelazan para revelar los cambios sociales, urbanos y culturales de la región. Al exhibir estas obras, el Museo Caraffa y la Lotería de Córdoba ponen en valor el sentido del arte público como patrimonio vivo, destinado a ser visto, interrogado y sentido por la comunidad a la que pertenece.
Sala 1 – Rosa Farsac y el teatro de las flores
Obras de Rosa Farsac. Con curaduría de Mariana Robles.
La muestra Rosa Farsac y el teatro de las flores propone redescubrir la obra de Rosa Farsac (1909–2003), artista cordobesa prolífica pero poco reconocida. Su producción abarca pintura, dibujo, escritura, teatro y música, con una mirada sensible y poética sobre temas como el paisaje, la infancia, la naturaleza y el paso del tiempo. Aunque formada en la tradición realista, Farsac desarrolló un estilo personal y expresivo.
Un rasgo distintivo de su trayectoria es el uso del seudónimo Caros Asaf, anagrama de su nombre, lo cual generó confusiones sobre su identidad y plantea hoy debates sobre autoría y la visibilidad de las mujeres artistas.
Además de su obra visual, escribió poesía y literatura infantil, a menudo ilustrada por ella misma. La exposición reúne pinturas, manuscritos, partituras y archivos, e incluye dos instalaciones contemporáneas inspiradas en su legado: Magnolia, de Micaela Trocello, y Duérmete, de Yamil Burguener. Bajo la curaduría de Mariana Robles, la muestra permite abordar a Farsac desde múltiples facetas y revisitar su lugar en la historia del arte.

Sala 2 – Un poco de todo… casi nada
Obras de Eduardo Medici. Con curaduría de Alejandro Davila.

La muestra presenta una selección antológica de la obra de Médici, centrada en aquellas piezas que, por distintas razones, habían sido des
cartadas, olvidadas o relegadas en el proceso creativo. En esta ocasión, el artista las recupera para ponerlas nuevamente en diálogo y reconocer en ellas la esencia de su búsqueda artística, hecha de intuición y reflexión. Médici entiende su trabajo como un diario visual, un registro personal donde lo íntimo se transforma en arte. Cada obra nace de procesos de ocultar, apropiarse y descubrir, mostrando que el arte es una forma de conocimiento que avanza también a través de la duda y lo desconocido. Como dice el propio Médici: “si las obras son residuos, estos trabajos son residuos de residuos”. Al rescatarlas, el artista ilumina los caminos que lo llevaron a crear otras piezas y nos permite entender mejor la sensibilidad que atraviesa todo su universo artístico.
Sala 3 – Raíz del tiempo
Obras de Liliana Menendez. Con curaduría de Jorge Sarsale.
La muestra que reúne cerámicas, dibujos y libros ilustrados propone un recorrido por un territorio donde la imagen y la palabra se confunden, se rozan y se transforman mutuamente. Al entrar, el visitante percibe una atmósfera de blancura y silencio que convierte la sala en una verdadera caja de resonancia: un ámbito donde las formas parecen emitir sonidos, y las letras, líneas y tramas dialogan en una polifonía visual. En el centro conceptual de la exposición, dos grandes rollos condensan el núcleo de su poética: variaciones caligráficas y botánicas, escrituras fragmentarias, signos que remiten a alfabetos imaginarios o a trazos casi musicales. Su trabajo invita a pensar el dibujo como una forma de escritura, y la escritura como un modo de dibujar. Sus obras exploran los límites entre lo visible y lo legible, entre la naturaleza y la escritura, con trazos que evocan alfabetos imaginarios y paisajes botánicos.

Sala 4 – Heart for Art / Al Corazón del Arte: La Copia como Práctica Artística y Educativa.
Réplicas de Van Gogh y Obras realizadas por infnacias Con curaduría de Mariana Pavan y Sabina Zamudio

La muestra presenta los resultados del proyecto educativo internacional desarrollado en conjunto por el Museo Van Gogh, DHL y el Museo Caraffa. A través de esta iniciativa, estudiantes, docentes y familias se acercaron a la vida y obra del célebre artista neerlandés. Las actividades realizadas en el marco del programa invitan a reflexionar sobre el papel de la copia en la enseñanza del arte, su valor como herramienta didáctica y su potencial para estimular la interpretación crítica del arte y del patrimonio cultural. Copiar una obra no significa simplemente reproducirla, sino también comprender sus gestos, su escala y su presencia material. En un contexto donde las imágenes se difunden principalmente a través de pantallas o libros, el encuentro con una obra en su tamaño y espacialidad originales recupera la experiencia sensible del arte y revive el gesto fundamental de todo artista: observar, copiar y aprender para crear. La exposición incluye tres réplicas certificadas de obras de Vincent van Gogh: La cosecha, La habitación y Almendro en flor, junto con los trabajos realizados por estudiantes, docentes y familias a lo largo del año.
Sala 5 – Imágenes de un mundo flotante
Obras de Liliana Fleurquin. Con curaduría de María Laura Rodríguez Mayol.
La muestra reúne obras que exploran la abstracción geométrica desde una mirada sensible y poética. A través de collages, óleos y papeles, la artista investiga la relación entre color, forma y estructura, creando composiciones donde el equilibrio convive con la tensión. Sus series Kimono, 2 x 4 y Cuadrado revelan un proceso de trabajo meticuloso, donde cada fragmento, línea y textura se transforma en una composición geométrica que sugieren estados de ánimo y resonancias poéticas. Cada obra es el resultado de un largo proceso de experimentación, en el que la artista hace y deshace, fragmenta y reorganiza, hasta alcanzar una armonía que parece vibrar. En su universo visual, lo geométrico se vuelve sensible y lo abstracto, profundamente humano.

Salas 6 y 7 – ¿Dónde caen los olivos?
Instalación de Soledad Sánchez Goldar. Con curaduría de Joaquín Barrera.

En esta muestra, la artista plantea una reflexión sobre cómo nos situamos ante la crueldad organizada de la guerra y de qué modos es posible mantener viva la memoria. A través de bordados negros sobre negro, acciones implícitas y paisajes reconstruidos del horror, Sánchez Goldar busca invocar la experiencia de la memoria viva. Su trabajo nos invita a habitar un territorio en el que lo poético no suaviza la violencia: la intensifica, la vuelve visible y sensible.. En la sala 7, una serie de telones suspendidos con textos bordados casi imperceptibles conforman un espacio de tránsito entre la ausencia y la presencia. En la sala contigua, una línea de vajilla rota (reparada y observada desde la distancia) nos enfrenta a la pregunta sobre nuestra propia posición frente a la crueldad y el olvido. Cada obra es un gesto de reparación, una pregunta abierta, un acto de resistencia poética.
Salas 8 y 9 – ¿Dos mundos, la misma esencia?
Instalación y obras de Alejandra Tolosa. Con curaduría de Graciela Szamrey.
La muestra propone en su narrativa un encuentro entre el mar y el bosque como metáfora de los ciclos vitales que sostienen la existencia. A través del grabado y el bordado, la artista crea un territorio sensible donde las imágenes dialogan con la materia y la memoria natural. En Esencia de Bosque, once telas intervenidas revelan la energía de los árboles, su capacidad de generar oxígeno, refugio y vida. En Esencia de Mar, tres olas translúcidas formadas por gasas grabadas con conchas, caracoles y estrellas de mar evocan el movimiento del agua, su fuerza creadora y protectora. Ambas instalaciones trazan una narrativa visual que nos invita a reconocer la profunda conexión entre los elementos y a repensar nuestro vínculo con la naturaleza. En su poética ambiental, Tolosa no sólo celebra la belleza del mundo, sino que también convoca a una toma de conciencia sobre su fragilidad y la urgencia de preservarlo.

Catálogo – Octubre 2025
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